El hotel cerró hacia 1925, y el edificio fue adquirido en 1931 por el Estado Nacional, que instaló allí la Dirección General de Impuesto a los Réditos.
En la actualidad el edificio del antiguo hotel se encuentra desocupado, con su fachada protegida por andamios para evitar incidentes por desprendimientos, y las polémicas obras de remodelación están suspendidas mientras su deterioro general continúa avanzando.
En 2020 el edificio es asignado a la Administración de Parques Nacionales (APN) para que establezca allí su sede central.
Se separaron claramente los dos accesos al local de La Mutua, en la planta baja, del acceso a los apartamentos en los pisos superiores: los primeros se ubicaron sobre las dos ochavas del edificio, y el último sobre la medianera, con entrada por Avenida de Mayo.
Este gran salón comercial estaba iluminado por dos claraboyas artísticas, que filtraban la luz del sol con colores vivos y hoy ya no existen.
Desde este séptimo piso se podía acceder a la terraza, cercada por una columnata de mampostería conectada con herrería artística; y que sería demolida en durante las remodelaciones realizadas por la DGI.
En la azotea, la torre del edificio alojaba un último departamento en dúplex, con cuatro relojes jerarquizando sus fachadas y un balcón corrido en el segundo piso, donde estaba la mansarda original rematada por el sol radiante, el logo de La Mutua.
Sin embargo, el edificio conserva buena parte de su decoración interior, como la abundante boisserie y las puertas originales con vidrio esmerilado luciendo las iniciales del Hotel Majestic.
La planta baja estaría destinada a la atención al público, intentando mantener la mayor parte posible de la ornamentación original, mientras los pisos superiores serían adecuados para oficinas según las necesidades actuales, construyendo una escalera de emergencias adecuada según los standares en vigencia, y nuevos sanitarios para el personal en todos los niveles.