Hospital Sueco-Noruego

Gracias a esta recaudación popular fue posible la ayuda humanitaria escandinava, que en la primavera de 1937 creó en Alcoy el Hospital Sueco-Noruego.

Según el profesor Ángel Beneito Lloris (historiador alcoyano que ha publicado un libro sobre este tema), el comité conjunto escandinavo contactó en febrero de 1937 con la ministra de sanidad, Federica Montseny, ofreciéndole un hospital completo valorado en unas 250.000 coronas para atender a los heridos del frente bélico.

A cambio, los nórdicos sólo pidieron un espacio adecuado y alejado del frente.

Unos proyectiles explotaron al lado del hospital, si bien, no hubo que lamentar víctimas mortales, las autoridades sanitarias decidieron evacuar el hospital, trasladando a los pacientes a otros dos centros de campaña en Onteniente y Villajoyosa.

El papel del actual Edificio Viaducto de la Escuela Politécnica Superior de Alcoy (EPSA) no finalizó en ese momento, ya que al ganar las tropas franquistas en 1939, pasó a ser utilizado como prisión.

Los sótanos que antes fueron celdas pasaron a ser aulas docentes y laboratorios de investigación.

Nils Petter Gleditsch, es hijo de Kristian Gleditsch (médico) y de Nina Haslund (gestora del Hospital Sueco-Noruego), además es miembro del International Peace Research Institute, Oslo (PRIO), donde edita un periódico sobre investigación por la paz.