Homonormatividad
Homonormatividad o cishomonormatividad es un término que hace referencia a la asimilación de los ideales y construcciones heteronormativos en la cultura e identidad individual LGBTQ.[1] No obstante, la teórica trans Susan Stryker ha señalado que era ya utilizado por activistas transgénero desde los años 90.Esto incluye bisexualidad, intersexualidad, transgénero, asexualidad, y otras formas como las minorías racializadas.Esta jerarquía sitúa el sexo reproductivo monógamo entre heterosexuales en una relación estable como “bueno” y coloca a cualquier acto sexual e individuo que no se adapta a este estándar más abajo hasta el nivel llamado “mal sexo”.Así, los transgéneros, intersexuales, bigéneros, trigéneros, dos espíritus, pangéneros, genderqueers, genderbenders, andróginos, terceros géneros, géneros fluidos, intergéneros, etc. son minorizados, oprimidos, marginalizados o simplemente se niega su existencia incluso en el ambiente LGBT.Si son detectadas, las personas intersex en el presente so casi siempre asignadas a un sexo poco después de su nacimiento.Los activistas LGBT habitualmente luchan por el matrimonio entre personas del mismo sexo, olvidando que otras formas de relación son oprimidas por ese sistema.Las organizaciones LGBT que trabajan dentro del marco de la cishomonormatividad normalmente olvidan incluir en sus luchas los derechos de los trabajadores sexuales LGBT y se distancian o incluso contribuyen a crear mayor discriminación y marginación a este grupo expuesto.Utiliza como ejemplos las madres solteras en paro (especialmente las de razas minoritarias) y trabajadores sexuales, que pueden ser heterosexuales pero no son heteronormativos y por eso no son percibidos como “normales, morales o dignos del apoyo del Estado” o legitimidad.