Antes de que la fotosíntesis evolucionara, la atmósfera terrestre no poseía oxígeno libre (O2).El oxígeno que producían pudo haber sido rápidamente removido de la atmósfera por la unión química a minerales reducidos, el más notable de los cuales pudo haber sido el hierro.Sin embargo, los principios biológicos involucrados en esta correlación no son firmes, y muchas líneas de evidencia muestran que las concentraciones de oxígeno no resultan limitantes en los insectos modernos.[9] Además, no hay una correlación significativa entre el oxígeno atmosférico y el máximo tamaño corporal alcanzado por estos organismos en el registro geológico.[9] Es más, las condiciones oceánicas anóxicas, conocidas también como condiciones "malas" desde el punto de vista químico, que semejan aquellas que se supone deberían inhibir a las formas de vida macroscópicas ocurrieron varias veces a intervalos irregulares a lo largo del Cámbrico temprano, y también en el Cretáceo tardío; sin ningún efecto aparente en las formas de vida presentes en esos tiempos.[9] Esto podría sugerir que las firmas geoquímicas encontradas en los sedimentos oceánicos reflejan a la atmósfera en una forma diferente en períodos anteriores al Cámbrico - tal vez como resultado de un ciclo nutricional fundamentalmente diferente en la ausencia de planktívoros.