El bombardeo intenso tardío (conocido también como cataclismo lunar, último bombardeo intenso o LHB) es un período, en torno a hace entre 3800 y 4100 millones de años,[1] en el que la Tierra, la Luna y otros cuerpos del sistema solar interior sufrieron frecuentes impactos muy violentos de grandes asteroides.
Esas misiones trajeron a la Tierra múltiples muestras de rocas lunares.
Al estimar la edad de estos meteoritos se determinó que casi todos ellos procedían del mismo período, que empezó a denominarse período de bombardeo intenso tardío.
Al atravesar el cinturón de asteroides, el Planeta V impactó contra algunos de ellos, pero además modificó la órbita de muchos otros, haciendo que cayeran hacia la región interior del sistema solar: hacia Marte,[6] Venus, la Tierra (y su satélite) y Mercurio, produciendo el cataclismo que denominamos bombardeo intenso tardío.
Los modelos matemáticos empleados por estos científicos encajan muy bien con los datos que tenemos pero, por supuesto, no son una prueba concluyente ni de la existencia del LHB ni de la explicación del Planeta V.
[7] Su presencia entonces alteró el equilibrio de muchos cuerpos pequeños del sistema, haciendo que muchos de ellos tuvieran órbitas inestables que los llevaron a caer hacia la región interior e impactar contra los planetas rocosos y sus satélites.
Levinson, K. Tsiganis y A. Morbidelli, y publicadas en Nature en 2005[8] postulan otra posible explicación: si la densidad de los objetos más allá de Neptuno es suficientemente grande, es posible que su “tirón gravitatorio” sobre los gigantes gaseosos en la juventud del sistema solar haya ido modificando poco a poco su órbita.