Historia de los observatorios astronómicos

Un observatorio astronómico es un lugar en el que se busca estudiar el universo, analizando y conservando la información obtenida con la ayuda de instrumentos como telescopios u ordenadores.

[1]​ Están involucrados no solo el propio observatorio si no todo a su alrededor, como las personas, los instrumentos, los técnicos, los fabricantes de los instrumentos científicos, las observaciones dirigidas al enfoque científico, arquitectos, astrónomos.

Los observatorios más antiguos son el Círculo de Goseck, el cual consiste en una estructura neolítica situada en Alemania construida hace unos 7000 años, así como el conjunto megalítico de Nabta Playa, en Egipto, ubicado en el sur del Cairo.

El proto-observatorio de Shammas Iyya fue el primero del que se tenga registro, en el año 828 y fue construido por orden del califa al-Ma’mun, con el fin de determinar la alquibla (la dirección en la que se encuentra La Meca).

En la actualidad, las funciones y objetivos que estos cumplían han sido sustituidas por nuevos instrumentos e instituciones.

La determinación de la longitud en el mar llevó a una búsqueda competitiva, incluso se  ofrecieron recompensas para aquellas personas que dieran una solución práctica al problema.

A mediados del siglo XVIII los observatorios astronómicos/navales tenían como objetivo prioritario determinar la latitud, y el instrumento utilizado para este propósito fue el octante,[7]​ siendo un instrumento más delicado en su manipulación, por lo que únicamente era utilizado por oficiales navales y astrónomos.

El Observatorio Real fue clave para ayudar a desarrollar relojes precisos, pues se sabe que se instalaron pequeños observatorios con un personal limitado de astrónomos competentes en algunos puertos marítimos, con el fin de sincronizar y calibrar los cronómetros navales de forma más accesible para los navíos, pero no solo ocurrió en este observatorio, se unieron Gran Bretaña y Estados Unidos con las llamadas “bolas de tiempo”.

En 1884 terminó un debate internacional entre Greenwich y París,[8]​ respecto a mover el meridiano cero al Real Observatorio, lo cual fue algo que a los ojos de los franceses no fue bien recibido, pero tuvieron que asimilarlo.

Kapteyn de Groningen el Cape Photographic Durchmusterung, el primer catálogo estelar preparado por medios fotográficos; la participación en el proyecto Carte du Ciel; el descubrimiento del oxígeno en estrellas, entre otros, y aunque no todos los logros fueron resaltados como se merecían, fueron importantes para el observatorio.

[12]​ Para entonces se hallaban instalados cuatro instrumentos diferentes, entre los que destacaba, por sus dimensiones y características ópticas, el telescopio que originalmente se adquirió para el observatorio del Colegio Militar a la compañía de Ertel und Sohn de Múnich, Alemania.

[14]​ Muchos telescopios modernos están localizados en el espacio para observar objetos astronómicos en longitudes de onda del espectro electromagnético que no pueden penetrar la atmósfera terrestre (como la radiación ultravioleta, rayos X y rayos gamma), los cuales son imposibles de observar usando telescopios terrestres [15].

[15]​ El avance de la fotometría provocó que el interés en la astrofísica aumentara a finales del siglo XIX.

[16]​ Una excepción a este fenómeno fueron los Estados Unidos, en donde los observatorios fueron únicamente financiados por particulares que usualmente habían logrado hacerse de una fortuna gracias a las empresas que poseían.

Presagiaba las preocupaciones sobre el cambio climático al buscar vínculos entre los fenómenos solares y terrestres.

La cámara Schmidt, inventada pocos años antes, era entonces un instrumento de frontera a nivel mundial.

Estructura de El Caracol en la zona arqueológica de Chichen Itzá.
La astronomía del siglo XVII consistía en determinar la longitud del mar, y en mejorar un instrumento llamado sextante para los navegantes [2
Viñeta del Observatorio de Greenwich en Doppelmayr mapa del hemisferio celeste sur.
Plano del Edificio Principal del Real Observatorio, hacia 1840.
Instrumento meridiano del Observatorio de París.
Torre de Einstein del Observatorio Astrofísico de Potsdam.
Telescopio de un metro de diámetro en el Observatorio Astronómico Nacional de Tonantzintla, Puebla, México.