A causa de una calma chicha y las fuertes corrientes marinas, la nave del obispo fue arrastrada hasta las Galápagos.
En la crónica de su aventura, dirigida desde Portoviejo al emperador Carlos V acerca del descubrimiento de las Islas Galápagos, Berlanga describía las inhóspitas condiciones prevalecientes en las desérticas islas, así como las gigantescas tortugas que las habitaban.
Otro día vamos otra isla mayor que es aquella de grandes sierra, e creyendo que allí por su grandeza como por su monstruosidad que no podía dejar de tener ríos e frutas, fuiemos a ella, porque la primera baxaria diez o doce leguas, e en esto bebiose el agua quen navío abia e estuvimos tres días en tomar la isla, con calmas, en los cuales allí los hombres como los caballos padecimos muchos trabajos.Los primeros mapas en incluir las islas fueron realizados por los cartógrafos Abraham Ortelius y Mercator alrededor de 1570.
El archipiélago fue usado constantemente por piratas ingleses como escondite mientras buscaban robar a los galeones españoles en sus viajes de América hacia España.
En 1593 se registró a Richard Hawkins como el primer pirata que atracó en las Galápagos.
Recién descubiertas las islas se encontraban deshabitadas y los barcos que pasaban junto a su ubicación coincidían cuando el archipiélago era tapado por la niebla.
Diversos acontecimientos las llevaron a ser conocidas como las "Islas Encantadas" e incluso algunos navegantes españoles afirmaban que no existían y solo eran espejismos.
Esto atrajo a los primeros colonos, en su mayoría ingleses, con interés por las ballenas, cachalotes, leones marinos y principalmente por los Galápagos.
Los balleneros capturaron y sacrificaron miles de tortugas del archipiélago para extraer su aceite.
En 1809 se registra la llegada del primer colono durante el siglo XIX, llamado Patrick Watkins.
En 1920 Alfredo Baquerizo Moreno sería el primer presidente que visitó las Islas Galápagos y fundó Puerto Chico, que hoy se conoce con el nombre de Puerto Baquerizo Moreno, en la Isla de San Cristóbal.
A través de varios artículos periodísticos y un libro en el que se autodenominaba el "nuevo Robinson", Ritter dio a conocer su experimento al público, cuyo interés ya se había despertado por detalles sensacionales como el anterior "intercambio de parejas": Ritter iba acompañado de su amante mientras su mujer se mudaba con su marido.
Los dirigía una mujer, presumiblemente una impostora, que decía ser la baronesa austriaca Eloise Wagner de Bousquet.
La acompañaban dos hombres de origen alemán, ambos en evidente relación íntima con la "Baronesa": Rudolf Lorenz, que anteriormente había dirigido un negocio llamado "Antoinette" en París junto con la baronesa y lo había llevado a la quiebra, y Robert "Bubi" Philippson, de Berlín.
La llamada "Hacienda Paradiso", sin embargo, al final sólo consistió en una cabaña de chapa ondulada con dos habitaciones.
Todo tendría un final trágico puesto que la baronesa desaparecería sin dejar rastro.
Años más tarde, el filósofo español José Ortega y Gasset haría referencia a estas islas en su ensayo ‘Espíritu de la letra’, publicado en 1927.
Hasta entonces, el único pintor que lo había visitado era José María Roura Oxandaberro.
Por su parte Paulette se dedicaría a la fotografía y a escribir su diario de viaje que posteriormente sería publicado en francés en Faro, Portugal y sería traducido al español por Miguel Ángel de Icaza Gómez titulado “Galápagos.
[6] Por otro lado, en 1954, el poeta Efraín Jara Idrovo se mudaría a las islas donde sería nombrado profesor.
Aunque no muy extensa, su obra refleja una personalidad individual determinante en el contexto de las letras ecuatorianas.
Ahí, el autor pone en duda las virtudes del cerebro humano desde la perspectiva evolutiva.
[7] Además, junto con la creación del Parque Nacional, también empezó la Fundación Charles Darwin (FCD).
Darwin fue a la Universidad de Edimburgo en 1825 para estudiar Medicina, pero la abandonó en su segundo año sin graduarse.
Sin embargo, mientras estuvo en Edimburgo, ingresó a un grupo estudiantil de Historia natural, la Sociedad Plineana.
[9][10] En diciembre de 1831 se unió a la expedición del Beagle como naturalista y geólogo.
Inmediatamente imaginó «una fuerza como de cien mil cuñas» que empujan variaciones bien adaptadas a las «brechas en la economía de la naturaleza» por la que los supervivientes transmiten su forma y habilidades, y las variaciones desfavorables serían destruidas.
De los investigadores más destacados se encuentran Luis Sodiro en la botánica, Juan Bautista Menten en la astronomía y Theodor Wolf en la geografía.
Tres décadas más tarde, la misma Academia de California llevaría a cabo en 1932 la misión llamada "Expedición Templeton Crocker" que tenía como objetivo la colección de insectos, peces, conchas, fósiles, aves y plantas.
[23] En 1937 el científico Misael Acosta Solís realizaría su primer viaje a las islas junto con otros académicos de la Universidad Central del Ecuador.