[1] Las primeras "farmacias" en Norteamérica "aparecieron en Bethlehem, Pensilvania, Boston, Nueva York, y Filadelfia"[2] probablemente como protofarmacias en el siglo XVII—por ejemplo Gysbert van Imbroch (1610-1665) dirigió una "tienda general" que vendía medicamentos desde 1663 hasta 1665 en Wiltwijck, Nuevos Países Bajos[1], actual Kingston (Nueva York)— precediendo a las boticas dedicadas del siglo XVIII y proporcionando un modelo.
Finalmente la farmacia fue administrada por su nieta Elizabeth (1768-1836), la segunda mujer farmacéutica de los Estados Unidos.
El primer farmacéutico del hospital fue Jonathan Roberts, pero fue su sucesor John Morgan (1735-1789), cuyo impacto en la Farmacia y la Medicina influyó en cambios que serían de importancia para el desarrollo profesional de la Farmacia en los Estados Unidos.
En la primera mitad del siglo XIX la Farmacia en Estados Unidos no era una profesión regulada o restringida.
Los medicamentos eran vendidos por las tiendas en general, los médicos o casi cualquier persona sin requerir capacitación.
Los vendedores poco éticos hacían rendir sus productos añadiendo materiales inertes como aserrín.
Ellos empezaron la industria en 1820, alcanzaron su pico en la década de 1860 y después menguaron para finales del siglo XIX.
El gobierno federal impuso impuestos sobre consumos específicos al alcohol durante la guerra civil estadounidense.
Al ser un insumo usado comúnmente en las preparaciones farmacéuticas, los altos costos de los medicamentos fabricados favorecieron a los manufacturados.
como su primer secretario, la APhA fue la primera asociación de farmacéuticos establecida en los Estados Unidos.
[22] Las leyes de farmacia para regular quién podía ejercerla se estaban debatiendo en la APhA en 1868.
Investigó una serie de aceites volátiles y experimentó con nuevos métodos e instrumentos.
Sus resultados fueron publicados en el American Journal of Pharmacy, del cual fue editor de 1848 a 1870.
Procter jugó un papel clave en la fundación de la APhA en 1851 al ser su primer secretario y después su presidente.
Presionó para lograrla a través de editoriales en el American Journal of Pharmacy.
Procter se convirtió en profesor de farmacia práctica y teórica en la Philadelphia College of Pharmacy en 1846.
Según el profesor Edward Parrish, miembro del Philadelphia College of Pharmacy, el objetivo de los programas de aprendizaje era brindar a los estudiantes una experiencia preprofesional y prepararlos para la admisión a los cursos ofrecidos por las universidades.
[28] Al doctor Prescott incluso se le negó ser delegado en la reunión de la APhA en 1871.
Edward Robinson Squibb (1819-1900), fabricante farmacéutico y médico, se refirió a este problema durante una convención de la APhA.
La primera solución a este problema llegó cuando en 1879 la compañía farmacéutica Parke, Davis & Co.
presentó la primera formulación farmacéutica estandarizada, el "Liquor Ergotae Purificatus" ("Líquido purificado de cornezuelo").
Parke-Davis también fue pionera en desarrollar estándares farmacológicos y fisiológicos para la industria farmacéutica.
[35] Las expediciones en búsqueda de nuevas plantas medicinales probablemente sean tan antiguas como la Farmacia misma.
[36] El doctor Rusby volvió con 45 mil especímenes botánicos entre los cuales había nuevas plantas medicinales como Guarea guidonia (cocillana).
Las preparaciones farmacéuticas a partir de estas plantas siguen siendo importantes en la Medicina.
El producto fue formulado en dietilenglicol, un disolvente altamente tóxico que ahora se usa ampliamente como anticongelante.
El informe encontró que durante el período 1946-1955, hubo una caída del 42% en la incidencia de enfermedades para las cuales los antibióticos eran efectivos y sólo una caída del 20% en aquellas para las cuales los antibióticos no eran efectivos.
El estudio examinó además las tasas de mortalidad de ocho enfermedades comunes para las cuales los antibióticos ofrecían una terapia eficaz (sífilis, tuberculosis, disentería, escarlatina, tos ferina, infecciones meningocócicas y neumonía), y encontró una disminución del 56% durante el mismo período.
La dramática disminución en los años inmediatos a la posguerra se ha atribuido al rápido desarrollo de nuevos tratamientos y vacunas para enfermedades infecciosas que se produjo durante esos años.
[46][47] La contaminación parece haberse originado tanto en la reserva celular original como en el tejido de mono utilizado para la producción.