El síndrome de Cushing, también conocido como hipercortisolismo, es una entidad clínica producida por la exposición prolongada a glucocorticoides.
[2] La más común, que afecta a un 60 o 70 % de los pacientes, es un adenoma en la hipófisis.
Entre ellos merecen citarse la obesidad (hasta 30 % en las mujeres), la hipertensión arterial (20-25 %), la diabetes (4-5 %), la osteoporosis (15 % en posmenopáusicas), los trastornos del ciclo menstrual (20-25 %) y la depresión.
[2] Este síndrome presenta un cuadro clínico resultante del exceso crónico de cortisol circulante.
Los factores más decisivos en la aparición de dicho trastorno depresivo serían la personalidad premórbida y los acontecimientos vitales estresantes.
Si es debido a la toma de corticoides, se recomendará su supresión si la causa que los indicó como tratamiento lo permite.
Si es debido a un adenoma de hipófisis, el tratamiento consistirá en su extirpación neuroquirúrgica por un equipo experimentado.