En la mitología griega, Hilas (en griego Ύλας / Hylas) era el hijo del rey Tiodamante de los dríopes, amado por Heracles y raptado por las ninfas debido a su belleza,[1] o bien fue amado por Apolo.
[3] Durante el viaje, Hilas fue secuestrado cuando se dirigía a la fuente Pegea[4] (Misia), o al río Ascanio[5] a buscar agua.
[8] Ayudado por el argonauta Polifemo, que había oído el grito del muchacho al desaparecer, Heracles buscó a Hilas durante mucho tiempo.
[1][9] Nunca hallaron a Hilas porque había recibido la inmortalidad de las ninfas acuáticas y permaneció con ellas.
Se contaba que los habitantes del área continuaban en época histórica realizando sacrificios a Hilas.