Higinio Benito Herrera

En 1819 comenzó sus estudios de órgano y un año más tarde, siendo todavía infante, ya había compuesto cuatro motetes y una Salve solemne.

[1]​[2]​ En 1920 accedió al acolitado, pero continuó como hasta entonces, viviendo en el colegio, dando clases y cuidando a los infantes.

La invasión fracesa y las desamortizaciones habían mermado considerablemente su capacidad económica.

Herrera elevó un recurso al ayuntamiento clamando que se estaba realizando una injusticia, pero sin éxito.

Fue sustituido en el cargo por Tomás Guerrero, que ya había ocupado el cargo durante la ausencia del maestro entre 1834 y 1849, a pesar de que este también se ausentó de 1835 a 1841 para marchar al ejército.

[1]​ Las composiciones de Herrera eran conocidas por su carácter marcial, alegre y estrepitoso, especialmente para los órganos.