Como es una sustancia oxidante fuerte reacciona violentamente con materiales combustibles reductores lo que aumenta el riesgo de incendio.
Donde sea posible, en recomendable realizar las operaciones en lugares reducidos, cerrados y con ventilación por extracción localizada para el control de las emisiones químicas.
También hay que realizar exámenes médicos si existe la sospecha de la posible sobreexposición a la sustancia.
Algunas empresas que lo comercializan proporcionan un protocolo de actuación con algunas recomendaciones como las siguientes: Ya que pueden darse reacciones violentas debe evitarse el contacto con otros compuestos tales como: yoduro sódico, ácidos fuertes, materiales combustibles, bases fuertes, aminas, agentes reductores, cobre, aleaciones de cobre o plomo y cobalto y aceites minerales.
(enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).