El 2 de septiembre hubo una nueva derrota monárquica en Chantonnay, donde su campamento base sufrió un ataque sorpresa.
Poco después, el conde unía su contingente al de Bonchamps, estableciéndose en Mûrs-Erigné.
Poco después se les unía Lescure y una unidad al mando de Jean-Nicolas Stoffiet (1753-1796).
Por aquellas fechas, la Convención Nacional aprobaba una violenta campaña de represión contra los vandeanos, superior en crueldad a todas las guerras antes vividas en la región.
El plan incluía un avance sobre Bretaña, conquistar algún puerto y establecer contacto con los británicos, quienes les habían prometido ayuda militar.
[4] En medio, iba a una masa de mujeres, niños y ancianos, tal vez hasta 50.000 almas.
En la mañana del 22, se encontraron en Laval con una línea de republicanos a los que desalojaron con prontitud.
La Rochejaquelein siguió hacia Pontorson y Avranches, con el puerto de Granville como objetivo final.
Los vandeanos quedaron completamente desmoralizados y casi se levantaron contra sus líderes exigiendo volver a sus hogares.
Como en Laval, los republicanos huyeron en masa, perseguidos incesantemente por la caballería vandeana, obligándolos a huir en el mayor desorden.
Ahí permaneció hasta diciembre, cuando un consejo de guerra decidió atacar Angers sin demora.
[5] Pero estaba demasiado bien defendido y para empeorar las cosas, los vandeanos supieron que refuerzos republicanos se acercaban.
Viendo perdida la batalla y entendiendo que podía provocarse una masacre, La Rochejaquelein ordena la retirada hacia Laval por el único camino libre, llegando a los escombros de la misma esa noche.
El 14 de diciembre, La Rochejaquelein llegaba a Craon con un ejército constantemente acosado por los republicanos.
No encuentra resistencia, pero tampoco barcos o pontones y la orilla opuesta está bajo poder enemigo.
La Rochejaquelein, Stoffiet y La Ville-Baugé pasaron vagando, buscando seguidores a lo largo de la orilla del río que habían conseguido cruzar solos o en pequeños grupos.
Posteriormente, La Rochejaquelein y sus seguidores se refugiaron en las ruinas del castillo donde nació, lugar que había sido incendiado por soldados republicanos.
[7] A raíz de esto, algunos oficiales republicanos prometieron una tregua al campesinado de la región, pero solo se dedicaron a reprimir indiscriminadamente a los vandeanos, lo que únicamente sirvió para incrementar el número de rebeldes y permitirle al conde operar fuera del bosque nuevamente, poniendo en jaque las posiciones del general Cordellier-Delanoüe.