La Salle ya había explorado entre 1680 y 1683, descendiendo aguas abajo desde la región de los Grandes Lagos hasta alcanzar la boca y luego emprendiendo el viaje de regreso aguas arriba.
La Salle se dio cuenta de su error y decidió hacer escala en la bahía.
La Salle, en un intento desesperado en febrero de 1687, decidió tentar a la suerte y quiso buscar ayuda por tierra desde la Nueva Francia.
[4] Henri Joutel, que había sobrevivido, continuó la ruta acompañado de Jean Cavelier y otros cinco hombres se encaminaron a pie hacia el norte, atravesando el país de los Ilinueses hasta alcanzar Quebec, en la Nueva Francia (hoy Canadá), donde voluntariamente quedaron la mayor parte de sus compañeros.
Ambos volvieron a Ruan, donde guardaron un recuerdo piadoso del famoso explorador con el que habían compartido peligros, deplorando su trágico y prematuro final.
Ese diario volvió a la costa del golfo en la expedición de Pierre Le Moyne d'Iberville que en 1699 finalmente estableció una presencia francesa duradera cerca de la desembocadura del río Misisipí.