Estos hechos han sido catalogados, junto con los Hechos de Barcelona y otros incidentes menores y enfrentamientos mayores que tuvieron lugar en la Cataluña rural del primer tercio de 1937, como ejemplo de enfrentamientos en la retaguardia republicana.
Las explicaciones que se han elaborado van desde la provocación comunista hasta el intento anarquista de colectivización forzada.
ERC estableció contactos con un nuevo partido en pleno auge, el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), y recibió el apoyo con presencia sindical de la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Unió de Rabassaires (UdR) para inclinar la balanza hacia su lado.
La segunda (CNT) asegura que hubo provocación de fascistas infiltrados.
Al sacerdote Mosén Masip Gironés "lo maltrataron terriblemente y le arrancaron los ojos en vivo.