Hebraización

[1]​[2]​ La hebraización de apellidos está identificada con el sionismo lingüístico y remonta a la segunda mitad del siglo XIX.

Es cuando el propio Eliezer Ben Yehuda (nacido Perlman), artífice del renacimiento de la lengua hebrea, cambió su apellido.

Ben Yehuda consideró que la lengua hebrea era parte imprescindible del sionismo práctico, la identidad judía y el retorno a la patria (Faterland).

Sin embargo, esta motivación resultó ser secundaria, ya que muchos inmigrantes judíos de la época se quedaban con sus apellidos originales.

[3]​ Como ya mencionado, los apellidos de origen sefardí raramente se han visto afectados por este fenómeno, sobre todo debido a una tradición ibérica históricamente arraigada que no existía en la Europa Central.

Cartel publicitario de 1926 ofreciendo ayuda en la elección de un apellido hebreo