Hasday ibn Shaprut
Su padre, Ishaq o Isaac) ben Ezrá ibn Shaprut, también natural de Jaén, fue un hombre rico y piadoso, que incluso ejerció el mecenazgo con artistas judíos de su comunidad local y fundó una sinagoga en la aljama hebrea jiennense.Estudió asimismo medicina, y fue fama que había descubierto un remedio universal o panacea, llamada «Al-Faruk», una especie de antídoto contra el veneno, según algunos autores.Con la ayuda de un culto monje bizantino llamado Nicolás, Hasday tradujo la obra al árabe.Prestó importantes servicios al califa tratando con la embajada que, encabezada por Juan, abad de Gorze, fue enviada a Córdoba en 956 por Otón I.A cambio, el rey de León entregó al califa diez castillos en la zona del Duero.Hasday intervino ante la emperatriz Elena Lecapena, hija del emperador bizantino Romano I Lecapeno, en defensa de una comunidad judía del sur de Italia que el emperador quería obligar a convertirse al cristianismo.[4] En 2016, Ediciones B publicó la novela Hasday, el médico del Califa, quinta novela de Carlos Aurensanz, que abarca toda la trayectoria vital del personaje, desde la infancia en Jaén hasta su labor como mano derecha de Abd al Rahman III en la Córdoba califal.