Como todos los Atani esta hueste tiene su origen en Hildórien pero siguieron un camino distinto que los otros Edain para llegar a Beleriand.
Al fin, cerca del año 300 P. E. cruzaron las Montañas Azules, pero debido a la hostilidad de los Elfos Verdes debieron seguir camino hacia el norte, asentándose en Thargelion; "(...)allí tuvieron paz por un tiempo, y el pueblo de Caranthir les prestaba escasa atención..." (Tolkien, El Silmarillion).
Allí vivieron en numerosos grupos pero aislados entre sí pues no tenían un Señor que los dirigiera en conjunto.
Conducidos por Haleth siguieron hacia su destino atravesando el Celon y el Aros, viajando por las tierras que entre las Montañas del Terror y la Cintura de Melian (pues no se les permitió cruzar las tierras de Thingol).
Aunque un grupo numeroso siguió a Haleth hasta el Bosque de Brethil, en donde obtuvo autorización del Rey Thingol, por una gracia pedida por Finrod, a condición de que vigilaran y protegieran los Cruces del Teiglin.