Son demasiado débiles cómo para poderse ver a simple vista, pero están al alcance de cualquier telescopio.
La distancia de ambos astros se desconoce; para algunos autores las dos están a la misma distancia —y asociadas a la nebulosa antes mencionada—, y para otros no lo están, habiendo en este caso discrepancias considerables sobre cual está más cerca o más lejos de dicha nebulosa.
En lo que sí están todos de acuerdo es en que son sendas estrellas hipergigantes, y además variables azules luminosas que han dejado atrás la fase de supergigante roja —aunque algunos autores consideran a la segunda cómo no perteneciente a esa clase de estrellas, sino cómo "durmiente" al experimentar únicamente un cambio de su tipo espectral y por la presencia de una nebulosa a su alrededor de la que se habla abajo—.
Sus respectivos tipos espectrales son B9 y B6, y sus luminosidades respectivas son, asumiendo una distancia de 2,2 kiloparsecs para HD 168607 y de 2,8 kiloparsecs para HD 168625, de 240.000 veces y 860.000 veces de la del Sol, por lo que la primera es una variable luminosa azul de bajo brillo comparable a HD 160529 y la segunda además una de las estrellas más luminosas de la Vía Láctea (aunque otras estimaciones la sitúan a una distancia de apenas 1,2 kiloparsecs haciéndola "sólo" 170.000 veces más brillante que nuestra estrella y una de las variables luminosas azules menos brillantes que se conocen).
HD 168625 es de especial interés por haberse descubierto la presencia a su alrededor de dos nebulosas que han sido estudiadas en detalle mediante el telescopio espacial Hubble y el telescopio espacial Spitzer: una interna de forma anular que se cree pudo haber sido expulsada por ella en un episodio de variable luminosa azul hace 1000 años, y otra exterior más del doble de grande cuya forma es bipolar y recuerda a la de un reloj de arena que pudo haber sido expulsada en otro episodio hace 4000 años.