Húsares de la Muerte

En aquellas críticas circunstancias apareció el popular guerrillero Manuel Rodríguez, y al grito de «¡¡Aún tenemos Patria, ciudadanos!

!»,[1]​ volvió el ánimo a los que todo lo creían perdido y fue nombrado Director Supremo interino por dos días.

Le dio ánimo al pueblo y entregó armas a los voluntarios que se presentaban para construir la defensa de Santiago.

Encontrando a Manuel Rodríguez y a los Húsares de la Muerte al mando del país, conversa con Rodríguez, el cual entrega el mando y presenta a los Húsares de la Muerte como un nuevo grupo militar listo para luchar y defender la capital que en unos días aproximadamente ya tendría a los realistas en sus calles, pero O'Higgins no comparte la idea de que los hombres de Rodríguez defiendan la ciudad.

Versiones más recientes desacreditan la hipótesis de Zapiola, poniendo en manifiesto la contienda que aún existía entre O'Higgins y Carrera, es por este motivo que O'Higgins le impidió a todo oficial carrerino incluyendo al escuadrón Húsares de la Muerte participar en la batalla final por la independencia de Chile.

Manuel Rodríguez con su uniforme de los Húsares de la Muerte .
Los antiguos jinetes del Cuadro Negro - Húsares de la Muerte.