El hámster sirio tiene bolsas ampliables llamadas abazones, que se extienden desde sus mejillas a sus hombros.
Los dedos tienen uñas fuertes, que utilizan para escarbar el suelo en búsqueda de alimento o bien para construir su madriguera.
Esto les permite romper la cáscara de las semillas o roer las raíces más duras y el pan seco.
Los hámsteres no son capaces de andar en posición erguida y, por lo tanto, cuando tienen que desplazarse, sus extremidades anteriores vuelven a funcionar como patas.
Durante el día pasan muchas horas limpiándose el pelo, para lo que utilizan las patas delanteras como si fueran una esponja.