Guillermo de Montreuil

Guillermo de Montreuil se trasladó a Roma, donde se puso al servicio del papa Alejandro II, llegando a ser nombrado confaloniero, y dirigiendo la caballería pontificia.

La ciudad fue sitiada pronto por los cruzados, que habían venido mayoritariamente desde la Francia actual, movidos tanto por el deber religioso proclamado por el Papa, como atraídos por un afán de botín.

Cuando un accidente en relación con el acopio de agua obligó a los defensores de la ciudad a rendirse, la ciudad fue tomada por los cruzados, momento en que las huestes cristianas iniciaron su saqueo.

El territorio que rodeaba la ciudad fue devastado y los mercenarios obtuvieron un importante botín.

[3]​ Mientras tanto, los cruzados, dedicados al pillaje, no supieron aprovechar la ventaja estratégica que les supuso la conquista de Barbastro, y al poco tiempo, la ciudad dejada en manos de una escasa guarnición, fue retomada por los musulmanes.