Guillermo Langle Rubio

Su obra marcó la fisonomía de la capital del siglo XX y está presente en toda la ciudad.

[2]​ Su sello marca edificios oficiales, viviendas privadas, equipamientos públicos e incluso fuentes.

Durante estos años mantuvo una posición continuista de los arquitectos almerienses del siglo XIX como Trinidad Cuartara o Enrique López Rull.

En 1943, el propio arquitecto la remodelaría para convertirla en hospital de tuberculosos, el llamado Preventorio.

Sus edificios se escoran más al funcionalismo y la técnica que a la estética.

La antigua estación de autobuses de Almería , construida entre 1952 y 1962, es una de las obras más características del arquitecto.