Guillermo Bonfil Batalla

Para él la investigación etnológica estaba indisolublemente ligada a la transformación de la realidad social.En la mayoría de los casos no se produjo aislamiento ni autonomía, sino sujeción vicarial, que conduce a la expansión de la sociedad dominante que acosa a las comunidades indígenas, devora su territorio y lleva a la quiebra y desaparición de más pueblos indígenas.[cita requerida] Por lo tanto, consideró que la categoría de indígena es supraétnica y no denota ningún contenido específico de los grupos determinados que abarca, sino una particular relación, entre ellos y otros sectores del sistema social global, del que los indios forman parte.El control cultural, por eso, no es absoluto ni abstracto, sino histórico.[cita requerida] En su obra cumbre México profundo, una civilización negada, señaló la permanencia de una civilización que el colonialismo quiso dar por erradicada y sostuvo que existen simbólicamente dos Méxicos: uno "profundo", que hunde sus raíces en una milenaria civilización, que le ha dado un rostro propio y un corazón verdadero al pueblo, de una manera definitiva e imborrable, y otro "imaginario".[cita requerida] La presencia de las culturas indígenas es, en algunos aspectos, tan cotidiana y omnipresente que rara vez se repara en su significado profundo y en el largo proceso histórico que hizo posible su presencia en sectores sociales que asumen hoy una identidad no india.En el fondo de su ser, los mexicanos (y los latinoamericanos) son indígenas; la sociedad mestiza tiene que reconocerse a sí misma como indígena, en lo filosófico, en lo ontológico y fundamentalmente en lo espiritual.Según Bonfil, el papel de los pueblos indígenas en el escenario mexicano (y latinoamericano) es definitivo, y serán parte importante en la conformación de una nueva sociedad.