En 959 Guido protegió al exiliado Dogo de Venecia Pietro III Candiano.
Se lo presentó a su padre el rey y ambos decidieron emprender una expedición contra Teoblado II, duque de Spoleto, a quien derrotaron, capturando Spoleto y Camerino.
En 962 Guido participó junto a su padre y su hermano Adalberto en sus luchas contra el emperador Otón I.
En 965 el ejército del duque Burcardo III de Suabia, atrapó a los hermanos y Guido y Conrado murieron en una batalla en el río Po.
Adalberto pudo escapar aquel día y entró en negociaciones con el Imperio Bizantino, asegurándose un buen retiro en Borgoña.