Los conflictos por el territorio apache se iniciaron alrededor del siglo XVI, desde la llegada de los españoles a Arizona.
Con la retirada de la Corona española, las disputas continuaron con los mexicanos a inicios del siglo XIX.
[1] Sin embargo, las disputas se incrementaron en sus tierras con la llegada de aventureros que iban en rumbo a California y establecieron sus campamentos.
[3] Cochise se opuso con violencia al arresto, sacó un cuchillo y rasgando con él la tienda logró huir, quedando sus familiares con los soldados.
Estas disputas se incluyen entre las más costosas, tanto en vidas como en dinero, de las «guerras indias».
[6] En una refriega tras la batalla, Mangas Coloradas fue herido gravemente, pero sus compañeros lo trasladaron durante casi doscientos kilómetros hasta Janos, en México, donde pudo recuperarse.
Cuando más cerca estuvo, le apuntaron con rifles y fue llevado cautivo al fuerte McLean, donde el general West ordenó darle muerte inmediatamente.
[8] Por su parte, Cochise y sus hombres habían buscado refugio en las montañas Dragoon, desde donde dirigiría sus ataques hasta su muerte, diez años después.
Los ataques sobre los colonos continuaron en forma de emboscadas sobre caballos y ganado durante los siguientes cinco años.
[11] El asentamiento pudo desarrollarse en tranquilidad, plantando los refugiados maíz, produciendo mezcal como alimento y proveyendo de bienes al campo (heno).
Eskiminzin pidió permiso al teniente para trasladarse y, con su consentimiento, acamparon a unos ocho kilómetros aguas arriba, en un paraje más apropiado, pero lejos del amparo militar.
Asimismo, cuatro estadounidenses resultaron muertos en la localidad de San Pedro tres días después del hecho.
El juicio se realizó en Tucson, ante los propios vecinos de algunos encausados y en un ambiente favorable a ellos.
Con otro líder, de nombre Delshay, no pudo tener un encuentro, pero un mensaje fue mandado al oficial por parte del amerindio, en el cual se leía: Sin embargo, el principal jefe amerindio, con quien tenían interés de hablar los oficiales, era Cochise, que para ese tiempo contaba ya con unos 60 años.
Ya para 1875 la mayoría de apaches —unos cuatro mil—[2] estaban confinados en una reserva o habían huido a México.
Éste no pudo mantener la unidad de su pueblo, pues muchos se dedicaron a robar y abandonar la reserva cercana al apache pass.
Este lugar estaba bajo el mando de John Clum, quien implantó una organización a cargo propios apaches.
Su arresto se organizó bajo una supuesta reunión en la cual también Victorio fue aprehendido; así, los nativos fueron llevados a San Carlos bajo engaños.
[21] Entre los que escaparon al ataque estaba el anciano Nana, quien después realizó acciones de guerrilla con otra facción.
Cuando la situación de guerra del territorio creció en intensidad, los soldados estadounidenses acamparon en número considerable en los fuertes Apache, Bowie y Thomas.
Pero su política, en vez de ser beligerante como lo había sido con Cochise años antes, fue más humanitaria para buscar una solución al problema.
Los nativos llevaron algún ganado tomado de los mexicanos, por lo que Crook ordenó su venta y el producto fue devuelto a sus propietarios.
Entonces Gerónimo decidió marcharse junto a otros líderes, entre ellos Mangas, Chichuahua y el anciano Nana.
Este, por el contrario, lo único que buscaba era partir a la Sierra Madre Occidental, en México.
Sin embargo, a través de personas que abogaron por el amerindio, fue enviado al fuerte Marion en Florida.
[20] También allí fueron enviados los scouts que prestaron sus servicios para el gobierno, además de Eskiminzin junto a otros aravaipas.
[1] Otras reyertas menos conocidas, aparte de las lideradas por Cochise y Gerónimo, han sido recogidas por la historia.
[1] Ese mismo año, se montó una ofensiva contra los amerindios apache y yavapai, en la zona del cañón Six Shooter, en búsqueda de un niño que había sido tomado por un militar para criarlo.
Además, sus arremetidas se basaban en no atacar hasta estar seguros de que el contendiente pudiera ser derrotado.
Por otro lado, el habla popular ha denominado «territorio apache» a cualquier zona especialmente conflictiva.