UU.[1] De cualquier forma fue por el Artículo 2 en que se cedía la tierra "a perpetuidad" a los Estados Unidos lo que levantó la ira de las tribus Sauk y Fox.
Mientras, la población blanca de Illinois aumentó considerablemente tras la guerra del 1812, excediendo los 50.000 en 1820 y los 150.000 en 1830.
El tratado fue firmado por Keokuk, y en noviembre de 1830 aprobado por la asamblea Sioux.
Durante la primavera de 1830, cuando Black Hawk y sus hombres regresaron al lugar para acampar, encontraron colonos blancos ocupando el poblado.
El gobernador de Illinois a la sazón, John Reynolds declaró que su estado estaba siendo invadido por los indios.
En ese momento Black Hawk firmó una rendición en la que prometió permanecer al otro lado del Misisipi.
Inesperadamente, la unión de los indios sauk y fox logró una victoria sobre los blancos.
Tan solo 11 hombres murieron, pero se exageró la tragedia, dejando a los indios como sanguinarios guerreros bárbaros e inhumanos.
Abraham Lincoln sirvió en la guerra como capitán, aunque no llegó a entrar en combate.