Guernica (cuadro)

Se expuso al público primero en el Casón del Buen Retiro, y luego, desde 1992, en el Museo Reina Sofía de Madrid, donde se encuentra en exhibición permanente.El crítico Robert Hughes afirmó del Guernica que era «la última gran pintura histórica», y que fue así mismo el último lienzo moderno de relevancia en utilizar un tema político para concienciar al público, labor que a finales de la Segunda Guerra Mundial pasaría a realizar la fotografía bélica.Años atrás, al ser preguntado por sus ideas políticas, había contestado simplemente: «Soy monárquico porque en España hay un rey».En un primer momento, el pintor se mostró un tanto renuente a crear una obra de gran formato.Por entonces, Picasso tenía una complicada situación personal, dividido entre tres mujeres: su esposa, Olga; su antigua amante, Marie-Thérèse, madre de su hija Maya, y su amante más reciente, Dora Maar.Para la realización del enorme cuadro, que no cabía en el taller habitual de Picasso, la fotógrafa Dora Maar, con quien él mantenía una relación y que vivía al lado —rue de Savoie— consiguió un taller en el n.º 7 de la rue des Grands-Augustins; Picasso lo alquiló y empleó su amplio ático como estudio.[21]​ (Además, había sido el lugar escogido para celebrar sus reuniones por el grupo izquierdista Contre-Attaque, liderado por Georges Bataille, de quien Dora Maar había sido antes amante).Según dicha nota, el pintor se negaba a aceptar cifra alguna, y el pago que finalmente se le dio tiene un carácter exclusivamente simbólico, destinado a cubrir los gastos de Picasso.[24]​ Se ha cuestionado, sin embargo, el carácter simbólico de la suma indicada, que, según De la Puente, asciende a «el 15 por 100 del costo total del pabellón español, unas nueve veces más que el precio máximo que hasta entonces había logrado Picasso por lo mejor pagado de su arte».[28]​ La noticia de Guernica apareció el 28 de abril en L'Humanité, el periódico que Picasso solía leer;[26]​ posiblemente Picasso la conociera incluso con anterioridad gracias a sus amigos españoles.[8]​ Por este motivo, y dado que su destino era ir pegada a un muro, Picasso utilizó pintura vinílica Ripolín mate, de uso industrial.[35]​[36]​ Gracias a las fotografías, los críticos han considerado que la obra se elaboró en seis fases.[37]​ Apenas hay elementos que destaquen verticalmente, y nada obstruye, por lo tanto, el sentido horizontal de la «lectura».[37]​ La figura del toro se extendía de derecha a izquierda.En la cuarta fase, según Bozal, se introdujeron dos elementos novedosos: por una parte, el cuerpo del toro, que antes estaba a la derecha de su cabeza, se situó a su izquierda, con lo cual quedaba violentamente torcido; por otra, se destacó en el centro la figura del caballo.El diseño del pabellón español se debió a los arquitectos Josep Lluís Sert y Luis Lacasa; en él se expusieron obras de varios artistas españoles, como Alberto Sánchez, Julio González y Joan Miró, entre muchos otros.En 1969, días después de unas declaraciones iniciales de Pérez Embid publicadas en Le Monde en que se apuntaba a una posible vuelta del cuadro a España, el diario francés publicó una carta del amigo y abogado de Picasso, Roland Dumas, en la que establecía que el Guernica no volvería a España sino una vez restaurada la República.El pintor, debido a su superstición, no quiso escribir un testamento, pero confió la labor al propio Dumas.En abril de 1977 se conmemoró el 40.º aniversario del bombardeo de Guernica, y tuvo lugar una multitudinaria manifestación en Guernica para pedir que se instalara el cuadro allí.[4]​ En la actualidad, el cuadro se encuentra en exposición permanente en el museo Reina Sofía de Madrid, junto con 45 bocetos en papel y lienzo, muchos de ellos preparatorios y otros creados como variaciones tras la conclusión del cuadro.
Mural réplica del Guernica en Santiago de Chile
Detalle Madre con hijo muerto
Detalle Guerrero muerto
Detalle Hombre implorando
Placa conmemorativa en la casa donde pintó el Guernica , 7, rue des Grands Augustins (75006 París)
Ruinas de Guernica después del bombardeo