Hasta la fecha ha hackeado a los gobiernos de El Salvador, Colombia, Chile, México y Perú.
Los documentos filtrados, especialmente dedicados al proyecto minero «Fénix», revela pagos a la Policía guatemalteca que persiguió y detuvo a activistas y periodistas opuestos al proyecto minero en El Estor.
[9] Ha revelado los abusos sexuales al interior del ejército y lo difícil que es para las víctimas denunciar.
[10] También se muestra que el ejército ha usado el software israelí Pegasus para espiar a periodistas.
[12] También da a conocer las ambiciones del ejército de desarrollarse como una empresa turística.