Gregorio VIII

Alberto di Morra nació en Benevento, hacia el año 1105.

Se hizo monje desde una temprana edad, como Cisterciense en Laon, o como Benedictino en Monte Cassino.

Fue nombrado cardenal por el papa Adriano IV para posteriormente actuar como canciller para el papa Alejandro III en el concilio que en 1172 se celebró en Avranches y que dio lugar a la absolución del rey inglés Enrique II de la acusación de asesinato de Tomás Becket.

Preparando la flota que habría de transportar las tropas cristianas a Tierra Santa se desplazó a Pisa al objeto de lograr el cese de hostilidades entre esa ciudad y Génova.

Su sepulcro fue destruido durante el incendio que sufrió la catedral en el año 1600.