Siendo aún adolescente viajó a Nicosia para iniciar sus estudios, pero, insatisfecho con el escaso nivel de instrucción griega que allí se daba, frecuentó la escuela latina creada tras la llegada de los cruzados a la isla.
Al fin, en 1264, pudo llegar a la recién reconquistada Constantinopla y fue admitido en la escuela fundada por el gran logoteta Jorge Acropolita, que fue su maestro, y permaneció allí siete años.
Convertido en profesor él mismo, tuvo entre otros alumnos a futuros altos dignatarios del gobierno, como el gran logoteta Teodoro Muzalon y Nicéforo Chumnos.
Es más, su patriarcado estuvo además agitado por el cisma causado por los partidarios de Arsenio Autoriano, que se habían reavivado con el efímero retorno de José I al patriarcado.
Intentó solucionar el cisma convocando un sínodo en Edremit, pero las disensiones se acentuaron aún más.