José I de Constantinopla
Es conocido como opositor a los planes del emperador Miguel VIII Paleólogo para unir la Iglesia ortodoxa con la Iglesia católica, por lo que los ortodoxos lo consideran confesor de la fe.[1][2] José llegó a ser confesor del emperador Miguel VIII Paleólogo (r. 1259–82).[1][2] En 1272 José ofició en la coronación de Andrónico II Paleólogo como co-emperador, pero pronto se enemistó con Miguel VIII porque este planeaba unificar la Iglesia ortodoxa con la Iglesia católica.[3] En 1273, José juró no aceptar la unión bajo los términos impuestos por el papa, y a principios de 1274, cuando la delegación bizantina se preparaba para viajar a Italia y efectuar la unión, abandonó sus deberes oficiales y se retiró al monasterio de Peribleptos.[1] Debido a su firme postura anti-unionista, fue declarado confesor por su sucesor Gregorio II.