Gregorio Carretero

Tenían quintas propias y solían asistir a eventos sociales.

El teniente coronel Morla, incluso vivía en la casa de Dupuy y era amigo personal.

Mientras Dupuy era detenido por los prisioneros encabezados por Carretero,[1]​ el comandante de milicias José Antonio Becerra organizó rápidamente partidas armadas del pueblo que asaltaron y recuperaron la comandancia.

Las represalias fueron injustificables más allá del riesgo cierto que representaba el levantamiento para la revolución y de los numerosos antecedentes de actos similares cometidos por los realistas en el Alto Perú y en Chile y de los que se cometerían a futuro, especialmente por Benavides.

A resultas del proceso sumario conducido por Monteagudo fueron ejecutados otros ocho partícipes.