Graffa napolitana

Aunque es típico del Carnaval puede encontrarse durante todo el año.

[2]​ Su llegada a Nápoles se remonta al período de dominación austriaca que siguió al Tratado de Utrecht, en el siglo XVIII.

La graffa puede considerarse una revisión del Krapfen austriaco.

De hecho estos dulces tienen una etimología común: según diccionarios como DELI[3]​ o Gradit,[4]​ tanto la palabra graffa como Krapfen derivan del lombárdico krapfo (krappa en gótico), que significa garfio.

En el alto alemán antiguo la palabra se utilizaba para indicar la forma que el buñuelo tomaba originalmente.