Concebida en sus inicios como una forma de ahorrar papel, entre sus funciones está simplificar y distribuir tareas así como evaluar contenidos.
Además, sirve como nexo entre profesores, padres y alumnos agilizando todos los procesos de comunicación entre ellos.
En cada una de dichas aulas el profesor puede publicar tareas con textos, audios, fotos y vídeos.
Al mismo tiempo puede poner avisos, crear encuestas o recibir respuestas de los alumnos.
Las instituciones educativas que estén interesadas pueden entrar a esta página y probarlo.
Además, da acceso al trabajo colaborativo en Google Drive de manera intuitiva y controlada.
[11] El docente, cuando inserta una tarea, puede añadirle un título, dar instrucciones sobre como hacerla, indicar una fecha de entrega y adjuntar material.
Una vez entregados y evaluados, los archivos ya no pueden volver a ser modificados por el alumno.
El profesor podrá calificar las diferentes tareas pudiendo elegir puntuaciones totales o ponderadas y después descargar las notas en formato hojas de cálculo de Google o formato CSV.
Esto deja más tiempo para enseñar, ya que no es necesario añadir manualmente a los alumnos uno por uno.
En cambio, existen otras personas, tales como informáticos, que pueden rebatir estas desventajas y transformarlas en ventajas.
[35] Si en el centro educativo se utiliza un dispositivo administrado por Chrome OS o por IOS, los profesores pueden acceder a Google Workspace y, desde ahí, enviar la aplicación a los dispositivos de sus alumnos.
[36] Existen a disposición del usuario muchas aplicaciones educativas que pueden ser combinadas con Google Classroom, la mayoría de ellas compatibles con Google Chrome, iOS y Android, como:[37] E-Learning Industry hizo una revisión con críticas positivas y negativas.