Gonzalo Drago

Destacó por sus obras literarias caracterizadas por «una profunda preocupación por los sectores más postergados del país».Fue empleado en el resguardo aduanero de Arica, en el Ferrocarril Trasandino, y luego en Duncan Fox.[5]​ En 1928 llegó a Rancagua, donde trabajó para la Braden Copper Company, en aquel entonces propietaria de la mina El Teniente.En 1941 publicó su primer libro, la recopilación de cuentos Cobre, que fue elogiada por Ricardo Latcham.[5]​ Dos años más tarde salió su poemario Flauta de caña, prologado por su amigo Óscar Castro.