Nicomedes Guzmán

Decidió firmar como Nicomedes porque ya había un colega famoso, Óscar Castro.

Su padre desempeñó varios oficios, entre los que se cuenta el de maquinista tranviario y ocasionalmente heladero ambulante; su madre, por otro lado, dueña de casa, suplementaba el ingreso familiar con eventuales trabajos como empleada doméstica (Pearson 1976: 4-5).

De todas formas, en Los hombres oscuros reivindica su origen proletario, dedicando la novela «a mi padre, heladero ambulante» y «a mi madre, obrera doméstica».

Tuvo una escolaridad irregular y su formación fue en gran medida autodidacta, aunque estudió de adulto en el liceo nocturno Federico Hanssen.

Más tarde se desempeñó como ayudante en una inmobiliaria en pleno centro de la capital chilena.

Antonio Acevedo Hernández junto a Nicomedes Guzmán ca. 1944.