De Gomelo I se sabe que también gobernó esta iglesia durante los últimos años del reinado de Ramiro I, pues en el año 852 confirmó y suscribió una donación que hizo este rey al monasterio de Samos, si bien nada dice el archivo del monasterio y más bien puede referirse a ciertas concesiones hechas por el rey a monjes que vinieron desde Córdoba hacia el norte de la península, llamándose uno de ellos Audefredo.
Los monjes dieron al rey dos talentos de oro como contraparida y agradecimiento.
Se tienen noticias de una célebre donación hecha a favor de la catedral por dos obispos que en ese reinado y en el siguiente vivieron en Asturias, del mismo modo que otros muchos que escapaban de los invasores musulmanes.
También vivió en Oviedo durante el gobierno de esta iglesia por Gomelo I la reina Urraca con la que se había casado el rey Ramiro I en Bardulia, es decir, en Castilla.
Se trata del concilio ovetense en el que Gladila, abad del monasterio de san Pedro de Trubia, en Asturias, fue hecho obispo de la Braga que se hallaba desolada, desamparada y con la sede vacante.