Existen alturas bastante notables que sirven para reconocer la entrada a los diferentes senos, canales o bahías.
Estas están claramente indicadas en las respectivas cartas y derroteros de la región.
[4] La región es afectada continuamente por vientos del oeste y por el paso frecuente de sistemas frontales.
El verano comienza en septiembre y los vientos empiezan a rondan del NW al SW.
En los meses de diciembre, enero y febrero los vientos ya soplan casi exclusivamente del SW con gran intensidad.
En mayo se observan bravezas de mar que traen mucha marejada.
Los meses de junio y julio se consideran los peores del año.
[5] En la mayoría de los senos, esteros y canales las tierras altas hacen cambiar la dirección del viento verdadero.
En los puertos y fondeaderos que se encuentran a sotavento de las tierras altas, cuando los chubascos que soplan por lo alto encuentran quebradas o valles, bajan por ellos en forma repentina y violenta, a estos chubascos se les conoce como “williwaws”.
[5] Los fondos no son profundos, una media de 50 metros, por esta causa a menudo sucede que aun con buen tiempo se encuentra una mar corta y arbolada.
En las cartas antiguas la región de la Patagonia, entre los paralelos 48° y 50° Sur, aparecía ocupada casi exclusivamente por una gran isla denominada “Campana” separada del continente por el “canal de la nación Calén”, nación que se supuso existió hasta el siglo XVIII entre los paralelos 48° y 49° de latitud sur.
Desde mediados del siglo XX esos canales son recorridos con seguridad por grandes naves de todas las naciones, gracias a los numerosos reconocimientos y trabajos hidrográficos efectuados en esas peligrosas costas.
Por más de 6.000 años estos canales y sus costas han sido recorridas por los kawésqar, indígenas, nómades canoeros.