Comprende los arciprestazgos de Ferrol, Jubia, Bezoucos, Pruzos, Cerveiro, Xanrozo, Abegondo y Faro.
Corresponde con lo que los geógrafos grecorromanos Estrabón, Pomponio Mela y Plinio designaron como Portus Magnus Artabrorum, región habitada por el pueblo de los ártabros.
Como excepción existen algunos castros ubicados en lugares prominentes, en las cabeceras de los valles con una finalidad y estructura defensiva más definida.
Este proceso dio como resultado una sociedad galaico-romana que protagonizó la última etapa de la cultura castreña.
En el campo de la religión se produjo una asimilación entre el panteón oficial romano y las divinidades indígenas.
En la actual ciudad de La Coruña se encontraron aras dedicadas a los dioses Fortuna, Neptuno, Marte y Júpiter, mientras que en el rural se encontraron cuatro aras todas ellas dedicadas a Júpiter.
En comparación con otras zonas rurales del noroeste peninsular la onomástica indígena tiene muy poca presencia en detrimento de los nombres romanizados.