El resto del perímetro de la península está defendido por acantilados.
Muy cerca del castro hay una fuente y una playa protegida.
En las islas Gabeiras, situadas frente al castro, se han encontrado restos de cerámica.
Sobre él se construyó un faro y un acceso para vehículos.
También hubo un puesto de vigilancia del ejército, ahora en ruinas.