El globo de barrera, a veces llamado "globos de protección" y también blimp,[1] es un gran globo cautivo sujetado al suelo con cables metálicos y empleado para defensa contra aviones de ataque a tierra, dañando los aviones al colisionar con sus cables o al menos dificultando la aproximación del enemigo.
Algunos ejemplares llevaban pequeñas cargas explosivas que eran izadas hacia el avión para asegurar su destrucción.
Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido emplearon globos de barrera en la Primera Guerra Mundial.
Los aeroplanos británicos fueron también equipados con este dispositivo, aunque los alemanes no usaban tanto los citados globos.
Después los británicos añadirían dos mejoras a los globos, Paracaídas Doble Enlace (DPL) y Double Parachute/Ripping (DP/R).
El primero provoca que por el choque un bombardero enemigo se enganche al cable, haciendo que la sección de cable se lanzase de forma explosiva por completo con un paracaídas en los extremos, el peso combinado y arrastre derribaba la aeronave.
El último tenía la intención de hacer que el globo sea seguro si se liberaba accidentalmente.
Así, si un avión enemigo impactaba con sus alas contra el cable, no solo corría el riesgo de dañar gravemente la aeronave y estrellarse, sino que podía ver como en deslizarse el cable la mina acabara impactando contra el fuselaje.