Pero se vinculó a revistas literarias importantes, desde 1956, como la vanguardista Il Verri dirigida por Luciano Anceschi, por la que pasaron Umberto Eco o Nanni Balestrini.Trabajó con editoriales como Adelphi —donde publicó en 1968 L'arte della fuga—, y luego (y de un modo muy importante) con Mondadori, pues se encargó de editar a autores clásicos: Ausonio, Macrobio, Salustio, Lucano o Guicciardini.En 1978 dio a las prensas la extraña novela sobre dos filólogos El jugador invisible, que tuvo gran eco.En 1983, otra más: Il raggio d'ombra, sobre la traición; y luego La larga noche, en 1989; todas ellas fueron corregidas por el autor, a veces fuertemente.El primero fue Il giardino delle Esperidi; les siguen Le sabbie immobili (1991), L'isola volante (1996), I contemporanei del futuro (1998), Il residence delle ombre cinesi (2003), y el póstumo I classici in prima persona (2006).