Fue promovido a teniente en el año siguiente y participó en la represión de los paolistas.
Napoleón no se olvidó del gesto de Sebastiani y su decisiva participación.
Aquella defensa, sin embargo, sería la causa que hizo posible la caída del sultán de Turquía, al rebelarse los jenízaros, descontentos por haber tenido al mando a un cristiano.
A Sebastiani le supuso ser premiado por Napoleón con el título de conde.
Así mismo dirigió la campaña, a principios de 1810, para recuperar el dominio sobre Andalucía.
Cuando el mariscal Soult y el rey José I comenzaron con sus intrigas, Sebastiani rehusó participar en ellas, aunque no dejaron de circular rumores que le incluían en ellas.
En 1826, los electores liberales de Aisne le eligieron para reemplazar al general Foy, en el asiento correspondiente a Vervins, más tarde se incorporó nuevamente al asiento de Córcega.