Este expediente tendría importantes consecuencias militares y políticas poniendo fin a la llamada restauración borbónica en España en 1923.
El día siguiente, recibió la orden del general para que marchase a caballo y con una escolta al cercano fuerte de Rostrogordo para, desde allí, dar cuenta al gobernador del asedio.
Sin embargo, el general Margallo moriría en la organización de un contrataque para recuperar los fuertes.
Picasso replicó: «Pues se lo agradezco mucho, pero mire usted, prefiero seguir trabajando en lo mío y ser lo que soy, un militar honrado».
El gobierno, alentado por el mando militar, inició la conquista militar del territorio con la que, aunque pobre y tribal, ofrecía recuperar a una sociedad española humillada por la pérdida de sus últimas colonias en la breve guerra hispano-estadounidense.
[4] Mientras, la situación española e internacional sufría de continuos sobresaltos y fracasos.
Se reflejan en la Semana Trágica de Barcelona (1909), la Primera Guerra Mundial (1914-1918), la Revolución rusa (1917) y la huelga general revolucionaria (1917), entre otros muchos sucesos tumultuosos.
Un día después se produjo la retirada de Annual a Dar Drius.
Contaba con una polémica limitación, establecida al principio, de no extenderse a la actuación del alto comisario, el general Dámaso Berenguer.
El día 6 septiembre hubo un telegrama «personal y reservado» del nuevo ministro La Cierva a Picasso, con forma improcedente de «Real Orden».
Su esposa, María Luz Vicent, falleció un mes después por cáncer de pecho y fue enterrada a su lado.
[9] Conocido de forma fragmentaria durante mucho tiempo, el informe Picasso fue recuperado en su totalidad y transferido al Archivo Histórico Nacional en 1990.
[10] El Expediente Picasso propiamente dicho consta de diez piezas y 2418 folios.
[11] En el artículo referenciado en las líneas anteriores se puede encontrar una descripción extensa de ambos expedientes, así como su génesis e historia.