La cocina de Toledo trae aromas con ecos mediterráneos, romanos, visigodos, árabes, judíos, cristianos, palaciegos, campestres, quijotescos, conventuales.
La cocina tradicional de Toledo es gustosa, sugerente, expresiva, franca, directa, consistente y nutricia.
"De Toledo, cocinero o cochero" reza un viejo refrán toledano.
La gastronomía toledana se sustenta en platos sabrosos e intensos, elaborados por lo general con elementos humildes: puchero y cocido, gachas, migas, pote, pisto manchego, legumbres, sopa castellana, hortalizas, guisos de caza menor (perdiz a la toledana) y aves domésticas, escabeches, vinos, aceite de oliva, quesos, perdiz estofada, cordero o carnero, gallina en pepitoria, pichones asados, dulces conventuales...
La capital castellano-manchega cuenta con un espléndido grupo de establecimientos modernos e innovadores que ofrecen una contemporánea pero apegada al terreno y a las raíces.