Sus padres fueron los criollos Francisco Buenaventura Remírez de Laredo, I conde de San Javier y Casa Laredo, y Francisca Javiera Calvo de Encalada y Chacón, hija del I marqués de Villapalma.
Ese mismo año suscribió, junto con los miembros del claustro sanmarquino, un memorial elevado al Virrey para solicitar la prórroga del periodo rectoral de José Ignacio de Alvarado y Perales.
La caída del régimen constitucional en España (Trienio Liberal) y la consolidación de la Independencia del Perú lo decidieron a regresar a América, estableciéndose en Lima, donde pasó sus últimos años.
Falleció en el cercano pueblo chalaco de Bellavista.
Se casó con la limeña Rosa Epifanía Manrique de Lara y Carvajal Vargas, hija del III marqués de Lara y por lo tanto emparentada con el influyente II Duque de San Carlos, con la cual tuvo como hijas a: