Funcionan también como una alternativa a la circulación ya que permite un trayecto más corto en cuadras centrales sirviendo también como punto de reunión para los visitantes.
[4] Además cumplen con una función de protección peatonal para las intensas lluvias y vientos que caen sobre la ciudad, así como para potenciar su actividad comercial.
Sin embargo, históricamente han tenido una orientación mayoritariamente textil, destinada a la venta de vestuario.
Existen galerías especializadas en diferentes áreas, como la Caracol, que se concentra en centros de estéticos y peluquerías.
Durante estos años se inauguraron las galerías Martínez, Windsor, Irazabal, Alessandri y el Centro Español.
Dicho terremoto destruyó entre otras muchas edificaciones el Portal Cruz, en cuya ubicación se emplazó parcialmente la galería Tomás Olivieri, en 1951.