Gómez Rodríguez de Manzanedo

Cuando ellos fallecieron, aún no se habían terminado de edificar la iglesia, el claustro y la sala capitular.Gómez realizó varias donaciones al monasterio para que se completaran las obras.[5]​ En el primero, donó al monasterio todas sus propiedades en Lerones, Santa María y Celadilla.[6]​ En su segundo testamento, detalla sus deudas y pide a sus testamentarios, el infante Sancho, el obispo de Palencia, su sobrino Pedro Álvarez, el abad del monasterio y el guardián de Carrión que liquiden sus deudas y cumplan su testamento.La abadesa Urraca nombra como sus testamentarios a: Iohan Nunnez cuya parienta yo so.