La ocupación humana de la Berlenga Grande (única isla habitada) se remonta a la antigüedad, llamándose, Λονδοβρίς, Londobris, mencionado por Ptolomeo en Lusitania.
El nombre se descompone en "londo-bri (ga)", que significa "fortaleza de Londos".
Posteriormente el archipiélago fue visitado por navegantes árabes, vikingos, corsarios franceses e ingleses.
A mediados del siglo xx, el fuerte fue parcialmente rehabilitado y abierto al turismo adaptado como posada.
Un pasillo sin iluminación da acceso internamente a los distintos puntos de la estructura.